FELIZ NAVIDAD

                                         Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor.Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre».Y junto con el Ángel, apareció de pronto una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo:«¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los hombres amados por él!». Lucas 2:11-14

 
 
                                Belén es el punto de encuentro entre el Dios vivo y la historia de los hombres. Pero el Dios que se revela en el pesebre esta lejos de ser el Dios fuerte, poderoso y exigente. En su lugar aparece el rostro de un Dios pequeño, siervo, misericordioso. Esta es precisamente, la grandeza, la bondad y el amor del Dios que se revela en el niño de Belén.

                              Porque ¿que mejor signo de bondad que un niño recién nacido e indefenso? ¿Que mejor signo de amor que abajarse Dios a un niño? Mientras el hombre quiere elevarse mas y hacerse mas grande, Dios inmenso e infinito se empequeñece y se hace niño.

De esta manera Dios cura la soberbia humana con la humildad divina. Dios nos dice que nos ama anonadándose.

                                Dios ha entrado en la historia silenciosa y discretamente, sin pedir nada, respetuoso de la liberad del hombre. Nace pobre entre los pobres, lejos de los centros de poder y del camino de los grandes de la historia.

                                Su nacimiento nos manifiesta la preferencia de Dios por los pobres y sencillos, que al igual que María, José y los pastores viven abiertos a El como su única riqueza. Dios los bendiga.